Según cuentan algunos abuelos de Yaguarú, hace mucho tiempo vivían en esa localidad, dos viejos amigos muy aficionados a la pesca en la hermosa laguna que rodea casi toda la parte norte de la bonita población, las más próspera ex-misión de los padres franciscanos. Los primeros habitantes afirman haber visto un tigre negro por los alrededores de la antigua misión, razón por la cual la denominaron YAGUARÚ (tigre negro) Juan Tagua y Pascual Yamba eran amigos que compartían esta afición. Un dia muy temprano, se dirigieron a la laguna donde encontraron la canoa de Juan. Pronto empezaron a navegar, muy alegres, alejándose de la orilla en busca de peces. Largo rato estuvieron gozando el fresco amanecer, el canto de los pájaros, distraídos con los peces que trataban de atrapar. De pronto sintieron que la canoa empezó a moverse de un lado a otro en medio de un remolino de agua turbia, algo nunca visto en la laguna. Los dos hombres quedaron como paralizados y con el balanceo caen al agua.
Pascual Yamba sale a la orilla, nadando muy asustado porque había visto a su amigo desaparecer bajo el agua. Vuelve al pueblo rápidamente a dar parte a la esposa de Juan lo que había sucedido durante la pesca. La mujer del desaparecido, muy angustiada, pide ayuda a sus amigas y vecinas para ir en busca de su esposo. Muchas personas se reunen e inician la búsqueda. Sin embargo, después de muchas horas, ésta resulto infructuosa. La mayoría conjeturó de que a Juan se lo había tragado la sicuri. Pero lo que nadie podía sospechar siquiera era que a Juan se lo había llevado la AKAYA’A, las sirenas que habitan en el fondo de la laguna, desde hace miles de años.
Después de muchos años de ocurrido este triste suceso, un anciano estaba pescando a orillas de la laguna, de pronto, ve un hombre que emerge del agua y se acerca lentamente hacia él. El anciano se pregunta: ¿Quién es ese hombre? Parece que lo conozco. Quedó con la boca abierta de sorpresa al enterarse de que el hombre del agua era nada menos que Juan Tagua, a quien conoció muchos años antes.
El desaparecido Juan Tagua contó al anciano que no podía salir de esa laguna porque la sirena que vivía en un hermoso castillo bajo el agua, se lo había llevado para su esposo. Y que si se atrevía a escapar, la laguna aumentaría sus aguas e inundaria el pueblo hasta hacerlo desaparecer.
Según cuentan algunas viejecitas, amigas de la esposa de Juan Tagua, que éste enviaba peces para alimentar a su esposa y a sus hijos. Después de esto, no se supo nunca más de Juan Tagua. Sin embargo, cuando alguien desaparece en la laguna ahogado, los pobladores dicen que se lo llevó la Akaya’a
¿Acaso seguirá viviendo todavía la Akaya’a en el fondo de la hermosa laguna de Yaguarú?