ARI Y YASI

(LA MAS ANTIGUA LEYENDA GUARAYA)

Cuentan los guarayos muy antiguos que el mundo fue formado por sólo tres personajes: Abaangui, Mbiracucha y Candir. Sin embargo, y sin explicar razones excluyen de la creación a Zaguaguayu, no obstante que lo tenian y respetaban como su primer Abuelo. Cada uno de estos personajes criaron las tierras que poseen y habitan sus respectivos nietos.
Los nietos de Abaangui son los guarayos, de Mbiracucha los brasileros y los negros lo son de Candir.
De Zaguaguayu dicen que se dirigió hacia el naciente y como no fue tan feliz como sus hermanos en hallar una tierra buena donde fijar su domicilio. Tal vez por su carácter, trataba de huir de todo contacto social, huyó más allá y pasando la extremidad del mundo, paró en un lugar donde no había sol ni ciclo ni luna, sino ciertas avecitas que le hacían luz. Sin embargo Zaguaguayu tuvo dos hijos que fueron convertidos en uno en ari (sol) y el otro en yasi (luna).
Los muchachos observaban el mundo sombrio donde vivian. Las plantas y animales no tenian colores, todo era gris oscuro v triste. El cielo estaba cubierto con un manto lechoso que intrigaba y acicateaba la curiosidad de los jóvenes que querian saber lo que había encima de él.
Después de mucho cavilar, encontraron la forma de subir hasta el cielo lechoso. Tiraron cada uno una flecha al manto y la clavaron fuertemente, luego lanzaron otra y la clavaron en la flecha que habian tirado, luego otra y la clavaron en la otra, y así siguieron lanzando flechas y más flechas clavando una en las otras hasta formar con ellas una especie de cuerdas.
Ari fue el primero en subir por la cuerda de flechas seguido por su hermano Yasi. Una vez traspasado el cielo, Arí resbaló y comenzó a rodar por el vacío convirtiéndose inmediatamente en SOL Al ver esto, Yasi comenzó a gritar para alcanzar a su hermano y sin darse cuenta quedó también convertido en LUNA.
Desde entonces Yasi persigue a su hermano Ari con la esperanza de reunirse algún día con él. Mientras tanto el cielo de la tierra de Zaguaguayu se iluminó, la tierra cobró nueva vida las plantas y animales se volvieron multicolores. Y lo más importante fue que Ari y Yasi marcaron el día y la noche. El dia dedicado al trabajo y la noche para el descanso.

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